Y Bunbury ha vuelto a ser Bunbury. Sin sorpresas, pero tampoco sin rendijas . Enrique Bunbury en estado puro, con un repertorio medido para contentar a sus fieles sin dejar de lado nuevas canciones de sus 'Cuentas pendientes', y con un espectáculo digno de cualquier teatro (sí, teatro) del mundo. A mitad camino, o mejor dicho, transitando todos ellos, del circo, el cabaret, la reivindicación y hasta el mimo, el artista aragonés ha regresado a casa, al pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza , para facturar un 'show' espectacular con el reencuentro con la banda El Huracán Ambulante 20 años después que lejos de disparar la nostalgia, ha elevado una apuesta de futuro.
Y ahí, ante una expectación desmedida (desde el viernes ya había fieles mexicanos haciendo fila en la puerta