"Salimos a las 4 a.m. y regresamos a las 11 p.m.", "A veces desayunamos en plena ruta o almorzamos como caballos para salir a tiempo", "mi hija pidió que deje de manejar porque quiere verme vivo", son los testimonios de tres conductores de empresas de buses y mototaxis a quienes llamaremos 'Adrián', 'Juan' y 'Carlos' por motivos de seguridad. Los tres son padres de familia que mantienen su hogar con su único trabajo: el transporte público. Sin embargo, los recientes ataques extorsivos han ocasionado que tomen medidas desesperadas a fin de no perder la vida.
Al igual que muchos ciudadanos, ellos también tienen metas que cumplir, hijos a quienes cuidar y una familia que espera a que lleguen vivos al final del día. Ya sean conductores de buses o mototaxis, los grupos delincuenciales no dis