El duelo de porteros y amigos con ADN rojiblanco que protagonizaron en Mestalla Unai Simón y Julen Agirrezabala, cedido en el Valencia hasta final de curso, se lo adjudicó el segundo para lamento del conjunto bilbaino. No hubo manera de que el Athletic batiera al cancerbero donostiarra, que completó una solvente actuación con una notable carga de trabajo en los primeros 45 minutos del choque. Hasta cinco intervenciones, varias de ellas de mérito, coleccionó Agirrezabala para negar el 0-1 a los leones, que se chocaron una y otra vez contra el muro que levantó el portero que brilló con luz propia en la final de Copa que conquistó el Athletic el inolvidable 6 de abril de 2024 en La Cartuja.
Año y medio después, vestido de naranja con el escudo del Valencia en el pecho, el guipu