La abrupta suspensión por parte de ABC del presentador Jimmy Kimmel es la última demostración del poder que ejerce el presidente Donald Trump para doblegar a los medios de comunicación, el entretenimiento y las plataformas digitales, ya que usa la presión política para acallar las críticas y castigar a las instituciones que considera sesgadas en su contra.

La medida bajo la presión de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, según sus siglas en inglés) se produjo después de las declaraciones de Kimmel sobre el acusado de asesinar al activista conservador asesinado Charlie Kirk y ha sacudido a los medios de comunicación estadounidenses y las industrias del entretenimiento.

Al mismo tiempo, intensificó los temores sobre la libertad de expresión, ya que el presidente de la FCC nombrado p

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