El día que cambió la vida de Brayan León Muñiz , el futbolista, entonces un niño de 12 años, le dijo a su padre que no gastara el dinero del mercado para pagarle la inscripción a las pruebas que un equipo de formación caleño, dirigido por Mauricio García , iba a hacer en Cartagena.

El pequeño Brayan le comentó a su progenitor que invertir esos 100.000 pesos en esas pruebas, era arriesgar mucho porque con ese dinero podían comer casi medio mes en la casa familiar ubicada en Cañaveral, un corregimiento de Turbaco, Bolívar, mientras que no era seguro que lo eligieran.

Sin embargo, el padre insistió en que debía ir. Lo veía jugando fútbol todo el tiempo desde que era pequeño. Primero descalzo, por las calles polvorientas de Cañaveral. Después con guayos en las canchas sintéticas de

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