Arizona se blinda como si se tratara de un Super Bowl, pero no es fútbol: es el funeral de Charlie Kirk. A pocas horas del homenaje al activista ultraconservador asesinado, la ciudad de Glendale vive una tensión creciente por la magnitud del evento y la lista de invitados de alto nivel.

El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) ha otorgado al funeral la máxima calificación de riesgo, un nivel reservado solo para acontecimientos de gran envergadura. ¿La razón? La presencia de Donald Trump, el vicepresidente JD Vance, secretarios de gabinete y más de 100 mil personas esperadas en el Estadio State Farm .

Un boletín policial reveló que se están "rastreando varias amenazas de credibilidad desconocida". Aunque no se han confirmado, las autoridades intensificaron la vigilan

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