El peronismo atravesó un vaivén de emociones en los últimos meses. Desde la derrota en las elecciones presidenciales del 2023 arrastra fuertes diferencias internas , que alcanzaron un pico máximo días antes del cierre de listas para las legislativas bonaerenses, donde estuvieron al límite de la ruptura .
Sin embargo, semanas después de quedar al borde de presentarse separados, lograron un triunfo aplastante en las urnas. Más allá de las distintas lecturas del resultado, es innegable que la victoria consolidó una unidad que era muy frágil .
Pero en el peronismo hay un problema de fondo y de base: no hay una conducción unívoca. Con Cristina Kirchner presa, ningún dirigente logra unificar las distintas corrientes que hoy conforman Fuerza Patria. Y hasta con la expresidenta en libe