Usted está aquí. En el comienzo de otra crisis . El final anunciado de una historia que los argentinos vivimos demasiadas veces . Es la tercera para Federico Sturzenegger y Patricia Bullrich, la segunda para Luis Caputo, la primera para los hermanos Milei y el principito Santiago Caputo. La impunidad de los poderosos por el daño causado es una condición de posibilidad necesaria para las debacles recurrentes que son el resultado de las mismas recetas aplicadas por el mismo personal. Y para que no haya impunidad tiene que haber un Poder Judicial que hoy no es más que una farsa de lo que debería ser. Será una tarea impostergable cuando toque resolverla; la prioridad, hoy, en el borde del abismo, debe ser frenar el daño antes de que se espiralice, cosa que puede suceder de un momento a
Derrotas, soledad y fuga de dólares: síntomas de una crisis terminal

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