Familiares impulsan la búsqueda en el campo de concentración por donde se estima que pasaron entre 2000 y 2500 personas durante los primeros años de la dictadura. Días atrás comenzaron las tareas de prospección y excavación.
Sara Luján de Molina tiene 99 años y un reclamo urgente. Quiere saber qué hizo la dictadura con su hijo Raúl Mateo Molina, asesinado y desaparecido en La Perla , el campo de concentración que funcionó en la provincia de Córdoba. “Acá hay desaparecidos y queremos sus cuerpos. Nuestro duelo no terminará hasta que no nos entreguen los cuerpos. Es un deber del Estado. Como pueblo, debemos exigir que hagan esa búsqueda”, dice Sara, a quien en la militancia de derechos humanos conocen como “Coca”. Ella es una de las querellantes que pidió que se intensifiquen los esfu