Hay algún animal que invade una ciudad y hasta resulta cómico, como la invasión de gallinas que ha sufrido Torrevieja . Sin embargo, hay una plaga que está afectando a muchas ciudades punteras de Europa y que no resulta tan divertida.

En capitales como Berlín, París o Londres, las ratas se han convertido en una de las protagonistas del paisaje urbano, y lo peor de todo es que su presencia no para de aumentar.

No hablamos de un fenómeno aislado, sino que este animal ya es una plaga que preocupa a las autoridades locales y que puede llegar a convertirse en un problema sanitario.

El animal que se extiende sin control por las principales ciudades de Europa

El crecimiento poblacional de las ratas se explica por la abundancia de comida y basura en entornos urbanos , y la dificultad para aplicar medidas de control eficientes.

Y es que el crecimiento poblacional parece ir acompañado del incremento de dicho animal. Contenedores abiertos, restos de comida en la vía pública y un sistema de alcantarillado anticuado son el caldo de cultivo perfecto para que las ratas dominen las grandes urbes de España, Alemania o Francia.

Las cifras son muy preocupantes. En Berlín se calcula la existencia de unos dos millones de ratas, mientras que en París la población ronda los cuatro millones . Es decir, casi el doble de los habitantes humanos de algunos de sus distritos.

En el Reino Unido, la aparición de ejemplares de más de 50 centímetros ha generado alarma social. Y en Países Bajos, localidades como Arnhem han tenido que desalojar a familias enteras ante la presencia masiva de roedores en viviendas.

El problema va más allá de la incomodidad o el miedo que podamos sentir. Las ratas tienen una gran capacidad de adaptación y se reproducen muy rápido . Por ello, medidas como aplicar sanciones de hasta 25.000 euros por tirar comida en la calle parecen insuficientes.

Los riesgos para la salud de convivir con ratas en las ciudades

La amenaza no se limita a la suciedad o a la mala imagen urbana. Las ratas son portadoras de enfermedades graves como la leptospirosis, el hantavirus o la salmonelosis.

No sólo debe darte miedo que una te muerda; el simple contacto con la orina o los excrementos del animal puede desencadenar infecciones peligrosas para los seres humanos.

Además, estos roedores ocasionan daños materiales considerables al morder cables,  y pueden provocar incendios en instalaciones eléctricas o debilitar estructuras al excavar túneles.

Su capacidad de reproducción es otro factor que multiplica el problema: una sola pareja puede tener descendencia hasta quince veces en un año . Esto significa que en cuestión de meses una colonia puede pasar de unas decenas de ejemplares a varios centenares.

Qué debemos hacer para que este animal no siga reproduciéndose en nuestra ciudad

Aunque el crecimiento poblacional dificulta el control de las ratas, los expertos coinciden en que el problema es la conducta humana. Por muchas personas que vivan en la ciudad, podríamos controlar a los roedores si tuviéramos mejores hábitos .

Lo que verdaderamente está aumentando la presencia de ratas son las personas que tiran basura en lugares indebidos o dejan restos orgánicos en parques, lo que actúa como un imán.

Además, la prohibición del uso de venenos por particulares en varios países de Europa ha aumentado la presión sobre los servicios municipales de control de plagas, que no dan abasto.