Nicolás Petro ha pasado sus últimos días en Bogotá en una cómoda libertad. Pese a que él mismo confesó que había recibido dinero de personas cuestionadas en el Caribe para la campaña del Atlántico en la Fiscalía y a la Revista Semana, el hijo del presidente ha logrado salir completamente indemne. Dicen que uno de los buenos atributos de la democracia es que ante la justicia no haya nadie intocable.
Eso argumentaron quienes celebraron hace un mes la condena contra el expresidente Álvaro Uribe por fraude procesal y soborno a testigos, junto a la decisión de llevarlo a casa por cárcel que se cayó en el Tribunal Superior de Bogotá. En contraste, las decisiones de la justicia habían favorecido la tranquilidad del hijo del presidente. Eso cambió la semana pasada cuando se conoció que la fisca