Agustina era la jefa de Malena en su nuevo puesto de trabajo, pero más que una relación de compañerismo con jerarquías se generó entre ellas, con el paso de los meses, una suerte amistad que fue nutriéndose en las horas y horas de tareas creativas. Entre los cuatro muros de esa importante agencia de publicidad y entre esas mujeres treintañeras, se construyó una plataforma de sueños y complicidad compartidos. Por un tiempo.
El curioso pasado en común
“Un día que nos tuvimos que quedar hasta la madrugada para poder entregar un trabajo a un cliente súper importante, nos terminamos contando nuestras vidas pasadas. ¡Y no va que un novio mío había sido novio de ella! Fue muy gracioso porque empezamos a coincidir en cada una de nuestras críticas hacia él. Era un nabo egoísta, era un des