“Sigue la pista del dinero”, es el axioma que religiosamente aplican los agentes policiales para identificar y atrapar a los criminales dedicados a la extorsión. Pero esta vez el axioma cambió un poco: “También sigue la ruta de la sangre”. Así fue como los efectivos de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones (Divise) detectaron que había relación entre siete asesinatos de conductores de vehículos de transporte del Cono Norte. Seguidamente comprobaron que las empresas afectadas por los homicidios pagaban los “cupos” a cuentas bancarias cuyos propietarios eran las mismas personas. Las rutas del dinero y de la sangre conducían a la organización más grande de extorsionadores y homicidas que actuaba en la capital: D.E.S.A. (Delincuentes, Extorsionadores, Sicarios, Anti Tren).
D.E.S.A.: la ruta del dinero de la mafia de extorsionadores que conduce a Venezuela

56