Por Wilson Acosta *
En Colombia, la discusión sobre la legalización del cannabis suele presentarse como una salida para reducir el narcotráfico y abrir un mercado regulado.
Sin embargo, equiparar la experiencia de países como Estados Unidos con nuestro contexto nacional es un error que
desconoce la realidad social, institucional y de seguridad que enfrentamos.
Mientras que en Estados Unidos la legalización se ha dado en medio de una fuerte capacidad institucional, con agencias de control y un mercado regulado por grandes compañías, en
Colombia el panorama es muy distinto. La debilidad de nuestras instituciones, la presencia de grupos armados y las redes criminales que dominan los territorios plantean un riesgo evidente: la legalización podría no eliminar el mercado ilegal, sino más bi