La tensión entre Rusia y la OTAN alcanzó este viernes un nuevo punto crítico luego de que tres cazas rusos MiG-31 ingresaran sin autorización al espacio aéreo de Estonia sobre el golfo de Finlandia, donde permanecieron durante 12 minutos antes de ser interceptados por aviones de combate de la Alianza Atlántica.
El gobierno estonio calificó la incursión como una “provocación descarada” y convocó de inmediato al gabinete de seguridad. El primer ministro Kristen Michal anunció que Estonia solicitó consultas en virtud del Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, un mecanismo que permite a cualquier Estado miembro invocar diálogo urgente cuando considera amenazada su seguridad. Se trata de la segunda vez en menos de dos semanas que un país de la OTAN activa este artículo, tras la reciente d