El 99,55% del agua del grifo en España es apta para el consumo. Pero aunque la inmensa mayoría es segura para beber, su calidad depende de muchos factores, así como sus propiedades, que varían dependiendo de la localización.

La principal ventaja del agua del grifo en comparación con la embotellada son los estrictos controles de calidad, similares, y el hecho de que no sufre por las condiciones de almacenamiento y distribución.

Además, no tiene fecha de caducidad, como sí ocurre con el agua que se comercializa en los supermercados.

Estudio de la OCU sobre el agua

El último informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que el agua corriente tiene una calidad excelente en 19 localidades españolas y buena en otros 36 municipios. Con Burgos a la cabeza, gracias a

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