El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad
En las calles de Louisville, entre el bullicio de restaurantes y eventos privados, hay un sonido que se distingue: el suave y melódico timbre de un saxofón que, aunque nacido en Guantánamo, encontró en Kentucky un nuevo hogar. Ese sonido tiene nombre y apellido: Randy Dayan Amador Verdecia.
Randy nació y creció en Guantánamo, Cuba, donde desde pequeño sintió atracción por la música. Su formación comenzó en la escuela de arte de su ciudad natal, inicialmente en la especialidad de trompeta. Sin embargo, pronto un nuevo flechazo cambió el rumbo de su carrera: el saxofón. “Me empezó a gustar su sonido y, a medida que avanzaba en su estudio, me enamoré de este hermoso instrumento”, recue