Seattle viajó a Daikin Park con una misión clara, evitar que Houston repitiera la historia de temporadas pasadas, donde solía dominar en casa y celebrar los títulos divisionales con su afición. Esta vez, los papeles se invirtieron por completo. Los Marineros ganaron la serie barriendo con autoridad, superando a su rival texano con marcador acumulado de 17-7 en tres juegos.
El último golpe llegó el domingo con una victoria 7-3 , alimentada por un poderoso segundo inning: doble productor de Eugenio Suárez, el homerun 58 de Cal Raleigh y un Grand Slam de J.P. Crawford que dejó sin palabras a los aficionados locales.
No pudimos haber pedido más en una serie de tres partidos. Había mucho en juego. Trajimos la misma energía cada día Cal Raleigh
Astros de Houston se desploma: de líder d