Mientras nuestra hija de 5 años lloraba a las 6:30 de la mañana y gritaba: “¡No voy a ir a las Olimpiadas!”, me di cuenta de que habíamos cometido un gran error.
Mi marido, Evan, y yo nos esforzamos por criar a Marcelline como nos han enseñado los libros (y los Reels de Instagram), pero el soborno se ha convertido en nuestra táctica habitual.
Últimamente, Marcelline ha intentado aprender a permanecer seca toda la noche, sin hacerse pipí en la cama, así que hice un trato con ella:
“Si logras mantenerte seca toda la noche durante una semana entera”, le prometí, “te llevaremos al lugar donde Charlotte celebró su fiesta de cumpleaños”.
“¿Puedo ir a las Olimpiadas?”, preguntó.
El verano pasado, Marcelline fue a una fiesta de cumpleaños en un gimnasio local mientras se celebraban las Olimpi