El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha realizado una contundente crítica a la comunidad internacional y al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante su intervención en el Foro de Líderes Mundiales en la Universidad de Columbia, Nueva York. En un auditorio lleno de estudiantes y académicos, Sánchez afirmó que España "reconoce el derecho de Israel a existir y defender su seguridad", pero subrayó que "una cosa es proteger tu país y otra es asesinar a más de 60.000 civiles".

El jefe del Ejecutivo español denunció lo que considera un "doble rasero" en la reacción internacional. Según él, mientras la invasión rusa de Ucrania fue condenada de inmediato y se impusieron sanciones severas a Moscú, la respuesta ante las acciones de Israel ha sido menos contundente. Sánchez describió la situación en Gaza como "uno de los eventos más terribles y oscuros del siglo XXI" y advirtió que sería "imperdonable" que la comunidad internacional ignorara lo que considera un genocidio.

Sánchez también defendió el derecho del Estado palestino a existir y condenó "sin ambages" los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre, exigiendo la liberación "inmediata e incondicional" de los rehenes israelíes. Sin embargo, enfatizó que la respuesta de Israel ha superado los límites del derecho internacional humanitario, marcando una clara distinción entre la defensa legítima y los crímenes de guerra.

El presidente español advirtió sobre los peligros de una "espiral de belicismo" que podría dividir al mundo en bloques de influencia, lo que tendría un alto costo para la estabilidad global. "Ya lo hicimos en el pasado y sabemos que no acaba bien", afirmó, instando a Europa a "redoblar sus esfuerzos" para establecer alianzas internacionales basadas en normas comunes.

Más allá del conflicto en Gaza, Sánchez alertó sobre el retroceso de los valores democráticos, que, según él, son fundamentales para el progreso y la libertad. Mencionó que tres principios esenciales están en peligro: la capacidad de una economía justa para generar desarrollo, la necesidad de que las relaciones internacionales se rijan por normas y no por la fuerza, y la importancia de que las democracias mantengan a raya el fanatismo.

Para reforzar su mensaje, citó al expresidente estadounidense Abraham Lincoln, recordando que la democracia debe ser "el Gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo". También destacó el papel de España como un ejemplo de progreso, afirmando que es la economía de mejor rendimiento entre las más avanzadas, mientras reduce desigualdades y amplía derechos sociales.

Sánchez, que participará en una conferencia sobre la solución al conflicto palestino antes de la Asamblea General de Naciones Unidas, insistió en que el mundo no puede permanecer en silencio. "¿Qué liderazgo moral podemos desempeñar en el nuevo orden global si abandonamos a los palestinos?", cuestionó.