Se cumplen dos semanas desde que Francia se quedó nuevamente sin Gobierno. El presidente Emmanuel Macron no tardó más de 48 horas en nombrar a un nuevo Primer Ministro, Sébastien Lecornu, que llegaba al Palacio de Matignon con una clara misión: negociar con las diferentes fuerzas políticas para sacar al país de la inestabilidad y de la creciente crisis económica .

Desde entonces, Lecornu se ha reunido y ha escuchado, pero poco ha contado sobre su hoja de ruta. Aún le falta una semana por delante de conversaciones pero su ecuación política es más que complicada . Del lado de la izquierda, la censura la tiene casi garantizada, y por la derecha, la cosa no parece mejorar.

La Francia Insumisa ya ha mostrado su rechazo a sentarse en una mesa de negociación con un jefe del Ejecu

See Full Page