Barcelona Ha sido, según el artista Francesc Abad, una lucha "larga y dura", pero finalmente este lunes se ha inaugurado el Bosque de huellas, con bastantes representantes de las instituciones catalanas y españolas, familiares de las víctimas de la dictadura y el Quartet Brossa. La instalación artística, en Sant Adrià de Besòs, recuerda a las 1.706 personas fusiladas por el franquismo. Formada por 1.686 tubos de hierro dispuestos en 36 hileras, se inspira en la frase que escribió el filósofo Walter Benjamin, que tuvo que abandonar Alemania en 1933, con el ascenso de Hitler, y murió en una habitación de un hotel en Portbou el 26 de septiembre del 1940. Por eso tiene la forma de un cepillo con las púas hacia arriba. La instalación tiene como vecinos a los estudiantes del campus de la UPC,

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