El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está preparando a su nación para, en sus propias palabras, una “especie de aislamiento” que podría durar años.
Por primera vez, el líder, habitualmente intransigente, admitió la semana pasada que la indignación internacional por la forma en que Israel libra la guerra en Gaza está convirtiendo a Israel en un posible paria. Aunque posteriormente se retractó de su sombrío pronóstico, Netanyahu subrayó una realidad: el lugar de Israel en el escenario mundial está cambiando.
Con motivo de la celebración de la Asamblea General anual de las Naciones Unidas en Nueva York, aliados como el Reino Unido, Australia y Canadá han reconocido un Estado palestino.
Esta medida refleja su exasperación con el líder israelí y un momento potencialmente crucial p