El pasado 20 de septiembre, la comunidad digital en Bogotá y toda Colombia presenció con indignación un repudiable acto de maltrato animal transmitido en directo a través de redes sociales. Un usuario, identificado como “Madre Andry”, grabó y difundió un video en el que agredía físicamente a un perro de raza pequeña. En el clip, el sujeto justificaba su violenta acción alegando que el animal le había dañado un par de tacones, una excusa trivial que desató una ola de rechazo y la movilización inmediata de activistas y defensores de los derechos de los animales para localizar y salvar a la víctima.

A raíz de la viralización del video, cientos de ciudadanos y organizaciones animalistas iniciaron una campaña masiva para identificar al agresor y la ubicación exacta del canino. La información p

See Full Page