Perro come perro Antonio R. Naranjo
Sánchez y los derechos humanos
El humanista a tiempo parcial acumula casos de desprecio escandaloso a quienes sufren en el mundo y en España
A Sánchez le preocupan los derechos humanos lo mismo que el feminismo, la prostitución o el pacifismo: es decir, tanto como a un caníbal la dieta vegetariana, a un conductor borracho los peatones o a un pirómano los incendios forestales.
Del feminismo poca duda hay: montó un pollo notable por un beso estúpido de un gañán a Jenni Hermoso, merecedor de un despido oprobioso pero no de un juicio por agresión sexual; pero se calla con el escándalo de las pulseras para maltratadores compradas en un chino o el auxilio a violadores con su ley del «solo sí es sí» y da la turra con el heteropatriarcado ante quien no la