Ciudad de México.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha hecho un llamado contundente para detener lo que califica como un "genocidio" en Gaza. Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum reafirmó la postura de su gobierno en la 80 Asamblea General de las Naciones Unidas, donde se presentará un mensaje de paz y reconocimiento a los Estados de Israel y Palestina.

"El canciller Juan Ramón de la Fuente lleva un mensaje de paz a la ONU. Nuestra política exterior se basa en la paz, la no intervención y la autodeterminación de los pueblos", declaró la mandataria. Sheinbaum subrayó la necesidad urgente de poner fin a la violencia contra la población civil en Gaza, enfatizando que no puede haber agresiones como las que se están viviendo actualmente.

La presidenta recordó que México ha acompañado las denuncias sobre la situación en Gaza desde la administración de Andrés Manuel López Obrador, y que en 2012, el país votó a favor de reconocer a Palestina como "Estado Observador no Miembro de Naciones Unidas". En 2013, se dio un paso histórico al permitir que un embajador palestino presentara sus credenciales ante el gobierno mexicano.

"Nuestra posición es clara: reconocemos a los dos Estados, Israel y Palestina, y exigimos que se detenga este genocidio", afirmó Sheinbaum. Su declaración se produce en un contexto donde varios países, incluidos el Reino Unido, Australia y Canadá, han comenzado a reconocer oficialmente al Estado palestino.

Además, la presidenta mencionó que el gobierno mexicano está dispuesto a recibir a menores palestinos afectados por el conflicto, lo que refleja un compromiso humanitario. La participación del canciller en la ONU también incluye reuniones sobre temas de la agenda multilateral y encuentros bilaterales con otros países.

La postura de Sheinbaum se alinea con los principios de la política exterior mexicana, que promueve el respeto a los derechos humanos y la paz. La mandataria ha enfatizado que el reconocimiento de la embajadora de Palestina con plenos derechos es un avance significativo en las relaciones bilaterales.

Con estas acciones, México busca actuar como un mediador responsable en el conflicto, promoviendo soluciones pacíficas y el respeto a los derechos civiles de las poblaciones afectadas.