Sigue dando de qué hablar, con sobrada razón, el tema del comportamiento del embajador de México en Italia, GENARO LOZANO, por la vestimenta que utilizó para dar el grito de independencia en aquel país.
Como dijera la abuela cuando un chamaco hacia algo incorrecto o se portaba mal frente a la gente, “no, si para vergüenzas no gana uno”, y justo eso es lo que siente buena parte del pueblo mexicano al ver el ridículo embajador de nuestro país en Italia.
Pues resulta que el embajador, un tipo que seguramente no le importa mucho ridiculizar a la nación o el traje de charro, para asistir al evento del grito de independencia, llegó con un traje estilizado, bueno fuera que se pareciera al que portaba el grupo Garibaldi que también lo usaban con modificaciones, este sujeto vistió con falda.
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