Raspones y orujos que quedan después del proceso de elaboración del vino, restos de chufa una vez se ha preparado la horchata y otros residuos de difícil reciclaje como la paja del arroz tienen una segunda vida a través de la transformación en materiales biodegradables . De residuo de difícil gestión a oportunidad para una industria como la agroalimentaria que necesita cada vez más envases sostenibles y menos contaminantes, así como un impulso para la economía circular y la valorización de subproductos agrícolas.
Esto es lo que ha buscado el proyecto Varbiopac (Valorización de residuos agroalimentarios en la obtención de materiales biodegradables para el envasado activo de alimentos), desarrollado por personal investigador de la Universitat Politècnica de València (UPV) . Han