Una investigación ha identificado 15 marcas moleculares en el ADN que actúan como interruptores genéticos, encendidos por nuestras vivencias, y que podrían explicar por qué algunas personas desarrollan la depresión. Está directamente conectada con la inflamación y la biología de todo el cuerpo.
La depresión es una condición médica compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo y hunde sus raíces en una intrincada interacción entre la herencia genética y las experiencias de vida. Durante décadas, los científicos han buscado descifrar este enigma, pero ahora un nuevo estudio revela cómo el entorno y nuestro estilo de vida pueden dejar una "huella" química en nuestro ADN, alterando el riesgo de padecer esta enfermedad.
La clave de este descubrimiento se encuentra en el campo de