La FIFA permanece muy atenta a todo lo que está sucediendo en torno al caso Negreira . El máximo rector del fútbol mundial, al igual que el Barcelona y el propio José María Enríquez Negreira, se ha visto sorprendido por la declaración de Javier Enríquez Romero , hijo del ex número dos de los árbitros españoles, tras desmarcarse por completo haber cobrado una cifra similar a los 8,4 millones de euros que la entidad culé pagó a su padre.

Negreira Jr. dijo en sede judicial que cobraba 70.000 euros al año por los informes y la FIFA se ha la misma pregunta que todo el mundo . ¿Dónde ha ido a parar el dinero que el Barça pagó al número dos de los colegiados? La organización presidida por Gianni Infantino ya dejó entrever su malestar en el Mundial de Clubes cuando no contó con ningún árbitro español de campo situándonos en la cola de Europa .

La FIFA, al igual que las principales organizaciones deportivas del mundo, no tolera bien los casos que atufan a corrupción y todo lo que ha rodeado al caso Negreira ha sido una condena tibia desde todos los estamentos españoles. Es cierto que al estar prescrito el caso poco se podía hacer, pero se podían haber ejecutado medidas para recuperar el buen nombre del arbitraje español como no seguir teniendo el estamento arbitral lleno de personas vinculadas al árbitro que cobró 8,4 millones.

Tanto la Federación como la Liga han tratado el caso como si hubiese pasado nada mientras hubo una incómoda realidad de que se pagó durante 17 años a un altísimo directivo del Comité Técnico de Árbitros y que el dinero no aparece. La FIFA permanece atenta a lo que la juez Alejandra Gil dictamine porque ellos pueden ir detrás de la resolución judicial, una vez que la justicia española les haga el trabajo sucio.

El as en la manga de la FIFA

Según establece el Código Ético de la FIFA existe un plazo de 10 años para la investigación de los delitos relacionados con sobornos y corrupción , mientras que este tipo de infracciones no prescriben para poder ser sancionadas. Las diferencias con España son evidentes donde estos casos se cierran si no son denunciados en un plazo de tres años con respecto a la última infracción.

España tuvo la oportunidad de ser un país ejemplar, pero el Consejo Superior de Deportes (CSD) no actuó o no se enteró. El máximo responsable del buen funcionamiento del deporte español tuvo como director general a Albert Soler desde mayo de 2021 y este directivo podría haber denunciado en tiempo y forma los comportamientos del Barcelona con Negreira, puesto que los conocía de primera mano al ser directivo culé y despachar hasta con el hijo del ex número 2 de los árbitros.

Soler protegió al Barça dejando que prescribiese el caso Negreira en España y dejándolo todo atado y bien atado promulgando una nueva Ley del Deporte nueva en la que los culés se libraban de cualquier tipo de represalia. Lo que el directivo no pudo hacer fue intervenir en una FIFA que ahora ha tomado muy buena nota de lo dicho por el hijo de Negreira . Los 8,4 millones no se destinaron para comprar informes sobre árbitros por muy mal que eso ya sonase, sino para otros fines que la justicia está pendiente de esclarecer.