
El 23 de septiembre de 2015 nacía un nuevo periódico con una exclusiva que sería con el tiempo marca de la casa : los millones ocultos de la familia Pujol. Hace exactamente una década, a las 4:00 horas de aquel día, los lectores españoles descubrían OKDIARIO con una portada demoledora: «Oleguer Pujol invirtió 420 millones de euros en el Royal Bank of Scotland» . La exclusiva, firmada por Francisco Mercado y M. Ruiz Coll, revelaba con documentación cómo el hijo menor del expresidente catalán, con apenas 35 años y sin fortuna conocida, había realizado una sospechosa operación millonaria en diciembre de 2007.
La investigación destapaba los entresijos de una inversión que olía a blanqueo: una sociedad limitada llamada Samos Servicios y Gestiones, creada apenas un mes antes con 3.000 euros de capital y sin empleados, movía casi medio millardo de euros. El trato preferente que recibió Oleguer -«garantía de beneficio sin pérdidas», el mismo que las grandes fortunas- y la intervención de sociedades en paraísos fiscales completaban un cuadro que la Audiencia Nacional investigaría posteriormente.
Pero aquella primera página guardaba más sorpresas. M.A. Ruiz Coll firmaba: «Pablo Iglesias intentó negociar un pacto con Bárcenas para destruir a Rajoy» . Según la información, el líder de Podemos había pedido a Jorge Verstrynge que mediara ante el entorno del extesorero del PP para acceder a la documentación de la contabilidad B. El objetivo: una «voladura controlada» del partido de Rajoy mediante la filtración dosificada de documentos a la prensa, allanando así su camino a La Moncloa.
El tercer pilar de aquella portada histórica fue el editorial de Eduardo Inda titulado «El sitio de los inconformistas, el sitio de la Tercera España» . Con referencias a Julio César cruzando el Rubicón («Alea jacta est»), el director proclamaba que OKDIARIO no nacía «contra nada ni contra nadie», sino como refugio de esa España «de los Ortega, Marañón, Menéndez Pidal» que huye del guerracivilismo y las dos Españas enfrentadas.
«Una España en la que los que tan secular como equivocadamente hemos denominado ‘los míos’ deben estar sometidos a mayor escrutinio si cabe que ‘los de enfrente’», escribía Inda, estableciendo el principio que guiaría al periódico: fiscalizar el poder sin mirar colores políticos, con «menos Estado y más individuo».
Una década después, aquella portada inaugural sigue definiendo la esencia de OKDIARIO. Los Pujol continúan sin ser juzgados pese a las revelaciones. Pablo Iglesias pasó de 71 a 5 diputados tras las exclusivas sobre su casoplón. Y el periódico que nació en una servilleta se ha convertido en el segundo diario online más leído de España, fiel a aquella promesa de ser «el sitio de los inconformistas».