Entre los fallos que han presentado están la imposibilidad de sumergirlos a la profundidad y el tiempo que indican los manuales y la posibilidad de que los agresores los manipulen
En diciembre de 2024 se produjo una de las reuniones que periódicamente tienen trabajadores de Cometa ―el centro que hace el seguimiento de las pulseras antimaltrato ―, Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ―de quien depende ese organismo―, y personal de las adjudicatarias ―Vodafone y Securitas―, y fue entonces cuando el representante de la telefonía, ante las explicaciones de un asistente sobre uno de los fallos de las pulseras antimaltrato , que no se pueden sumergir, admitió el problema.“Esto no cumple, no cumple”, dijo, y aludió a un cambio próximo: “Nos van a servir nuevos dispositivos a