El Clan del Golfo, conocido oficialmente como Ejército Gaitanista de Colombia, tiene sus raíces en la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en 2006. Tras la entrega de armas, surgió una organización criminal en la subregión del Urabá, autodenominada Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), que el Estado identificó como Los Urabeños. Esta estructura fue formada por exintegrantes de las AUC, liderados inicialmente por Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario.
En 2009, tras la captura de Don Mario, Juan de Dios Úsuga David, alias Geovany, tomó el mando. Sin embargo, su muerte en 2012 llevó a su hermano, alias Otoniel, a liderar el grupo. En 2015, la organización cambió su nombre a Clan del Golfo, reflejando su estructura jerárquica y su influencia en el tráfico de drogas en el Golfo de Urabá.
Bajo el liderazgo de Otoniel, en 2018 se llevó a cabo la ‘Tercera conferencia nacional de comandantes’, donde se establecieron objetivos de expansión y fortalecimiento. Actualmente, el Clan del Golfo es considerado la principal estructura narcotraficante en Colombia, con un crecimiento notable durante el actual gobierno.
El coronel (r) de la Policía, Walter Pinzón, quien lideró la Unidad Antiterrorista, afirmó que el Clan del Golfo se ha reorganizado y fortalecido. "Esta estructura se recompone, se reorganiza y con tanta gabela que se ha tenido, ha hecho que nuevamente tomen esa capacidad y fuerza", indicó Pinzón, señalando que las Fuerzas Militares y de Policía enfrentan desafíos debido a déficits en presupuestos y capacidades operativas.
Las estadísticas actuales revelan que el Clan del Golfo cuenta con 7.553 integrantes, de los cuales 2.675 son hombres en armas. La organización tiene influencia en 15 departamentos y 278 municipios, dedicándose principalmente al narcotráfico. Pinzón también advirtió que el Clan del Golfo está logrando que el gobierno considere otorgarles un estatus político, lo que podría complicar aún más la situación de seguridad en el país.