La presidenta del Perú, Dina Boluarte, realizó un contundente discurso en la 80ª Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde arremetió contra las gestiones de sus predecesores, aunque sin mencionarlos directamente. Boluarte responsabilizó a estos gobiernos de la crisis sanitaria, económica y política que ha afectado al país en los últimos años.
Durante su intervención, la mandataria hizo referencia a la gestión de la pandemia, señalando que la “pésima administración gubernamental” fue responsable de más de dos millones de fallecidos por Covid-19 en Perú. A pesar de este contexto, Boluarte destacó que el país ha comenzado una recuperación económica sostenida, con “más de diecisiete meses de crecimiento consecutivo”.
La presidenta afirmó que su gobierno ha superado la recesión y la inflación, problemas que, según ella, se originaron en la violencia política y la corrupción de administraciones anteriores. También criticó el “golpe de Estado fallido” de diciembre de 2022, atribuyendo a este evento y a la fuga de más de veinte mil millones de dólares entre 2021 y 2023, la pérdida de confianza de los inversionistas y la inestabilidad del país.
Boluarte defendió su ascenso al poder como un acto constitucional, argumentando que su llegada fue necesaria para preservar el orden democrático frente a intentos de instaurar una dictadura. En este sentido, afirmó que se ha creado una narrativa en la que “el golfista se convirtió en víctima y la presidenta, que asumió constitucional y legalmente la presidencia, fue acusada por algunas voces de golfista y usurpadora”.
En defensa de su gestión, la presidenta subrayó la recuperación de la confianza tanto de la inversión nacional como extranjera, describiendo a Perú como un país “solvente y estable”. Reiteró que su llegada al poder fue para salvaguardar la democracia y el orden constitucional, ante intentos de desestabilización.
Boluarte también hizo hincapié en la importancia de combatir la desinformación, que, según ella, busca desacreditar su gobierno y alterar la percepción pública sobre los acontecimientos recientes. Al inicio de su discurso, resaltó la rica historia del Perú, su diversidad cultural y los valores democráticos que, según ella, definen a la nación.
Mencionó la herencia del imperio inca y del virreinato, así como la convivencia pacífica de los pueblos originarios y diversas comunidades bajo la bandera peruana. Citó a escritores como Mario Vargas Llosa y José María Arguedas para enfatizar la idea de un país plural y unido, y evocó figuras históricas como el Papa León XIV para ilustrar el carácter solidario y pacífico de la sociedad peruana.
Finalmente, Boluarte advirtió sobre el impacto de la desinformación en la política contemporánea, señalando que la manipulación de la verdad y la creación de relatos falsos representan uno de los desafíos más serios para la democracia.