El sol peruano se destaca como la moneda más estable de América Latina en el siglo XXI, según Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Durante su presentación ante la Comisión de Presupuesto del Congreso, Velarde atribuyó esta solidez a la baja inflación y al orden macroeconómico sostenido en los últimos años.
El presidente del BCRP comparó la evolución del sol con otras monedas de la región. Mientras el tipo de cambio local se mantiene por debajo de los niveles de principios de los 2000, el real brasileño se ha depreciado cerca del 200%, el peso mexicano casi un 100%, y las caídas en Colombia y Chile superan el 70%.
En su exposición, Velarde también destacó que las reservas internacionales alcanzaron en agosto un nivel equivalente al 28% del producto bruto interno, el más alto de América Latina. Al 17 de septiembre, las Reservas Internacionales Netas (RIN) sumaron 88,600 millones de dólares, lo que proporciona un colchón suficiente para enfrentar choques externos y mantener la confianza de los mercados.
La inversión privada también mostró un crecimiento del 9% en el primer semestre del año, impulsada principalmente por el sector no residencial no minero. Se proyecta un aumento del 6.5% para 2025 y del 3.5% para 2026, lo que asegura un dinamismo en la economía peruana.
El BCRP juega un papel crucial en este contexto, manteniendo la inflación bajo control y resguardando el poder adquisitivo del sol. Además, es la única entidad autorizada para emitir billetes y monedas, garantizando su autenticidad. También tiene la responsabilidad de preservar la estabilidad del sistema financiero, interviniendo en el mercado cambiario cuando es necesario.
En contraste, el real brasileño fue la moneda más golpeada en 2024, con una caída del 27.47% frente al dólar, debido a la desconfianza en la política fiscal del gobierno de Lula da Silva. El peso mexicano también sufrió una pérdida del 21.83%, su peor desempeño en más de una década, afectado por la incertidumbre política y la fuga de capitales.
A pesar de la volatilidad en la región, el sol peruano cerró 2024 con un incremento del 1.5% frente al dólar, reafirmando su resiliencia en un entorno económico desafiante.