"La inmigración lleva tiempo en el centro del debate político, y también lleva tiempo secuestrada por la ultraderecha, que la lidera con un discurso de mano dura". Así arrancaba Carles Francino en La Ventana , para compartir una idea que, según confesó, le "pone especialmente de mala gaita": el argumento del valor económico de los migrantes.

Francino denunció que, frente a los ataques xenófobos que acusan a los migrantes de "poner en peligro nuestra identidad", "colapsar los servicios públicos" o ser "una panda de delincuentes", la respuesta más habitual suele ser que "aportan a nuestra economía, pagan impuestos, trabajan donde nosotros no queremos, cuidan a nuestros mayores". Y aunque todo eso es cierto, Francino se pregunta: "¿Dónde queda lo de considerarles simplemente personas a las

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