El Pleno del Congreso ha decidido este martes no admitir a trámite la proposición de ley presentada por el PSOE y Junts, que buscaba delegar competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña. La votación resultó en 177 votos en contra y 173 a favor, sin abstenciones.

Los votos en contra provinieron del PP, Vox y UPN, además de la oposición inesperada de Podemos y dos diputados de Sumar: Alberto Ibáñez (Compromís) y Jorge Pueyo (Chunta Aragonesista). Esta situación ha llevado a que la balanza se inclinara en contra de la propuesta.

El bloque progresista, junto a partidos nacionalistas e independentistas como ERC, Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria, apoyaron la iniciativa, así como el exministro socialista José Luis Ábalos.

Desde Podemos, el diputado Javier Sánchez justificó su voto en contra, afirmando que “Podemos nunca va a estar ahí”, al considerar que la propuesta es parte de “una carrera electoral entre Junts y Aliança Catalana”. Además, acusó a la iniciativa de asumir que “los migrantes son culpables de los problemas sociales” y aseguró que “no vamos a permitir que las personas racializadas lo paguen”.

Por su parte, Míriam Nogueras, portavoz de Junts, criticó la postura de la izquierda, acusándola de ser “igual de anticatalana que la derecha” y proclamando que “son la extrema España”. Defendió que la cuestión no se trata de políticas públicas concretas, sino de autogobierno.

El PSOE, a través del diputado José Zaragoza, defendió la constitucionalidad del texto, argumentando que se ampara en el artículo 150.2 de la Constitución. Aclaró que no se trataba de una transferencia de competencias, sino de una delegación de funciones para mejorar la gestión de la inmigración en Cataluña.

El PP y Vox, por su parte, denunciaron la propuesta como un intento más de Pedro Sánchez de “pagar peajes” para mantenerse en el poder en La Moncloa.