El presidente colombiano Gustavo Petro se dirigió ante la Asamblea General de la ONU y calificó la situación en Gaza como un genocidio , responsabilizando a Israel y a sus aliados, incluyendo Estados Unidos y varios países europeos.
Petro denunció la irracional guerra contra las drogas y la violencia geopolítica como causas de sufrimiento global y vinculó los ataques de EE. UU. en el Caribe con abusos de poder, racismo y dominación internacional.
El mandatario hizo un llamado a la comunidad internacional para proteger los derechos humanos y poner fin a los bombardeos indiscriminados que afectan a civiles.
Su discurso generó reacciones mixtas, con apoyo de varios países de América Latina y críticas de naciones occidentales, que cuestionaron el lenguaje empleado por el president