A media tarde, la rutina de Vega de San Mateo (Gran Canaria) quedó en pausa. No hubo sirenas ni fuegos artificiales: solo un hombre, su yegua y un cajero automático . Bastó esa mezcla improbable para que el tráfico aflojara, los móviles salieran de los bolsillos y la escena se instalara en la memoria del municipio.
Durante unos minutos, la localidad vivió un pequeño paréntesis. Conductores y peatones se quedaron mirando con cara de “ ¿está pasando de verdad? ”. El dueño del animal, lejos de incomodarse, se lo tomó con humor.
La yegua, quieta, parecía más curiosa que nerviosa . Nadie discutía: todos querían registrar el instante.
Lo que comenzó como una anécdota de acera saltó a las pantallas. El clip de TikTok del usuario @josesantagonza (en un día rozó las 750.000 repr