Ahmed al-Sharaa, conocido antes como Abu Mohammad al-Golani, exjefe de Al Qaeda en Siria, aún aparece en la lista de "Rewards for Justice" de EE. UU. con una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.

Y, sin embargo, esta misma figura fue recibida en Nueva York con honores de jefe de Estado en la Asamblea General de la ONU.

En paralelo, a Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, se le negó la visa para ingresar a EE.UU., violando el Acuerdo de la Sede (1947) que obliga al país anfitrión a garantizar el acceso de los representantes diplomáticos. La ONU, forzada por la situación, aprobó que Abbas interviniera por videoconferencia. Así, mientras se rehabilita a un exyihadista, se margina a quien representa a un pueblo que lucha por reconocimiento legítimo.

La contradi

See Full Page