El impulso de escapar de un retén puede parecer, para algunos conductores, un gesto impulsivo o una forma de esquivar un comparendo, pero en la práctica es una de las decisiones más costosas y riesgosas que se pueden tomar al volante en Colombia. Las autoridades reiteraron que esta conducta no solo representa una grave infracción al Código Nacional de Tránsito, sino que puede derivar en sanciones que superan los dos millones de pesos, la pérdida de la licencia e incluso consecuencias penales.

Detrás de estas medidas hay una lógica clara, garantizar la seguridad vial y la autoridad de los controles. El llamado “salto de retén”, como se conoce popularmente a la evasión de un puesto de control policial o de tránsito, está regulado por la Ley 769 de 2002 y sus posteriores modificaciones, com

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