La promesa de un respaldo financiero del gobierno de Donald Trump al de Javier Milei reactivó todas las alarmas en Tierra del Fuego: en el extremo sur de la Argentina crecen las sospechas sobre negociaciones bajo cuerda para habilitar la presencia militar permanente de los Estados Unidos en la isla, convertida en una pieza clave de la batalla geopolítica global. El gobernador Gustavo Melella y los senadores de la oposición Cristina López (Unión por la Patria) y Pablo Blanco (UCR) alertaron sobre posibles concesiones a Washington y pusieron el foco en la base naval integrada que se construye en Ushuaia y que obsesiona al Pentágono. Ya hay pedidos para interrogar en el Congreso al ministro de Defensa, Luis Petri, y al canciller Gerardo Werthein.
Petri y el vocero presidencial, Manuel Ado