Hay que leer la nota del reportero Oscar Verdín Camacho para entender que la justicia a veces no llega con trompetas y fuegos artificiales, sino en voz baja y en una sala casi vacía.
Este lunes, nos cuenta, le avisaron por escrito al exgobernador Roberto Sandoval que le tocan siete años de cárcel. Después de tanto circo, maroma y teatro; de audiencias que parecían telenovela y que tenían la galería del público a reventar, llega el primer numerito. Siete años. Por usar un papel falso.
Mire usted qué cosa. La Fiscalía, que no son hermanas de la caridad, pedía diez. Los abogados del exgobernador, por supuesto, no quieren ni un día. Y ahora todos tienen diez días para volver a meter papeles y que el pleito siga en otra oficina, la de apelaciones. El carrusel no para, nomás cambia de caballit