El histórico salvataje que EE.UU. le ha prometido a Argentina podría afectar las relaciones del país sudamericano con China, que es su segundo socio comercial y socio de un importante acuerdo financiero y científico.

Esta semana quedó marcada por la reunión que sostuvieron en Nueva York los presidentes de EE.UU., Donald Trump, y Argentina, Javier Milei, quien viajó en medio de una profunda crisis e incertidumbre económica . Sin embargo, la convulsión de los mercados se alivió después de que el Departamento del Tesoro anunciara un rescate que incluye un 'swap' por 20.000 millones de dólares.

Desde que Trump asumió por segunda vez como presidente en EE.UU., varios de sus funcionarios reconocieron que uno de sus objetivos era que Argentina cancelara los acuerdos con China, ya que es parte de su plan para desplazar al gigante asiático de la región.

Por esa razón, el acuerdo anunciado por el inquilino de La Casa Blanca desató las especulaciones de los analistas argentinos, que  coincidieron en que esta será la principal condición que el Gobierno estadounidense le impondrá al país sudamericano.

No obstante, la decisión afectaría el comercio bilateral entre Buenos Aires y Pekín. De acuerdo con los informes  oficiales de la Cancillería argentina, China es su segundo socio, con un intercambio que de enero a agosto de este año acumuló 16.444 millones de dólares . El primero es Brasil, con 20.955 millones de dólares, en tanto que EE.UU. está desplazado al cuarto lugar, con 9.687 millones.

El saldo de la relación comercial con China es deficitario para Argentina en 6.102 millones de dólares. En cambio, con EE.UU, es superavitario en 251 millones de dólares.

Productos

En el informe ampliado se destaca que China es el destino del 9,3 % de las exportaciones  del país sudamericano y que, entre enero y agosto de este año, las ventas aumentaron un 12,2 % con respecto al mismo periodo de 2024.

Por otra parte, del total de las importaciones que llegan a Argentina, el 22,4 % provienen de China . En los primeros ocho meses registraron un incremento del 73,6 %. 

A la luz de esas cifras,   el comercio bilateral de Argentina con China registra una fuerte tendencia a la alza que ahora se puede frenar si EE.UU. condiciona su auxilio financiero.

En términos más concretos, las principales exportaciones de China a Argentina abarcan rubros como: autos, maquinaria eléctrica y electrónica, mecánicos y repuestos, químicos orgánicos, teléfonos y motocicletas.

En vía contraria, el país suramericano le  vende al gigante asiático productos como soja, carne bovina congelada, semillas de aceites , frutas oleaginosas, granos, paja y forraje; químicos inorgánicos y grasas, aceites y ceras animales o vegetales.

Finanzas y ciencia

En el ámbito financiero, Argentina y China tienen  vigente   un 'swap' por 18.000 millones de dólares, que se renovó el año pasado y que fue fundamental para que el país sudamericano abordara una coyuntura económica que parece reeditarse, aunque ahora es EE.UU. el actor que promete paliarla con un instrumento similar.

El 'swap' es un mecanismo financiero entre países que permite que dos agentes (sean gobiernos, bancos o empresas) cambien divisas o dinero en determinados plazos,  lo que sirve para aumentar las reservas , algo que le urge a Argentina.

En la actualidad, Argentina carece de fondos para pagar vencimientos de la deuda, pero gracias al acuerdo con Pekín, tiene una disponibilidad de 5.000 millones de dólares. No obstante, ahora EE.UU. quiere que cancele ese 'swap' y Buenos Aires solo dependa de la ayuda de Trump. 

Lo mismo ocurre con la Estación de Espacio Lejano que científicos argentinos y chinos operan en la Patagonia, como parte de acuerdos de cooperación tecnológica espacial. EE.UU. pretende que se cierre.

El año pasado, el entonces embajador estadounidense de EE.UU. en Buenos Aires, Marc Stanley,  aseguró  falsamente que la estación de investigación era una "base militar china". De hecho, la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, se sumó a esos señalamientos, lo que provocó un escándalo y desmentidas tanto de China como de Argentina.

Lo que sí resultó cierto fue el interés de EE.UU. en construir una base militar en el sur de Argentina . De hecho, Milei firmó un acuerdo  en ese sentido, pero el proyecto no ha podido avanzar porque requiere el aval del Congreso. Ahora, ante la urgencia financiera del país suramericano, analistas prevén que se incrementará la presión estadounidense para enviar a sus uniformados a la región.