Edmund Burke (1729-1797), padre del liberalismo conservador británico, creía que «el peligro llega más aprisa cuando se le desprecia». Osho (1931-1991), crítico de Gandhi (1869-1948), conocido como «el gurú del sexo», sostenía que «si no vives peligrosamente, no vives» y que «la vida solo florece en peligro». Pedro Sánchez, sin duda, estaría más de acuerdo con el segundo que con el primero. No solo es un virtuoso de la resistencia, sino también de coquetear, cuando otros no se atreven, con el peligro y, hasta el momento, salir airoso. Ahora vuelve a jugar con fuego al enviar, acaso con órdenes un tanto vagas, al Buque de Acción Marítima (BAM) «Furor P-46», de la Armada española, en apoyo de la llamada Global Sumud Flotilla, que lleva ayuda a Gaza. El barco de guerra, por muy poco equipado
El «Furor P-46» y el peligro enorme de jugar con fuego

57