No entiendo el cuento: cuando la DIAN anuncia una visita a cualquier contribuyente la empresa se congela; hasta la señora de los tintos queda en alerta roja, pero según anuncia dicha entidad en su página, en Bogotá cerraron veintiún establecimientos por no cumplir la normatividad sobre facturación electrónica; ojo: ¡en Bogotá! ¿Será que el ilustre desconocido director de ella no ha caído en cuenta que la evasión está en la calle? No es con una inmensa cantidad de funcionarios encerrados en sus cubículos fiscalizando virtualmente a las personas que cumplimos oportunamente nuestras obligaciones tributarias para abrir expedientes que solo apuntan a congestionar la Jurisdicción Administrativa o la Penal en eternos procesos que terminan en nada. Como liquidador de una sociedad, llevo cuatro año
CIUDADES VIVAS

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