
Durante décadas, las rotondas han solucionado los problemas de seguridad vial en los cruces . Sin embargo, con el aumento del número de vehículos, su función es cada vez más limitada: ralentizan la circulación y, además, se producen multitud de accidentes por la dificultad de incorporarse o salir de ellas. «Abandonar la glorieta desde un carril interior es la maniobra más peligrosa. Combinada con el exceso de velocidad y una colisión en ángulo, puede comprometer la estabilidad y provocar incluso el vuelco de alguno de los vehículos implicados», explican desde el Área de Formación de Conductores de la DGT .
En Estados Unidos , donde los desplazamientos dependen en gran medida del vehículo privado, han empezado a apostar por un nuevo modelo de intersección: el RCUT (Restricted Crossing U-Turn) . Esta solución, conocida como «cruce con giro restringido en U», ya está mostrando resultados muy positivos en cuanto a mejora de la fluidez del tráfico y reducción de accidentes.
El nuevo sistema que está reemplazando a las rotondas en Estados Unidos
La idea puede sonar enrevesada, pero su funcionamiento es sencillo. En lugar de permitir giros directos a la izquierda o cruces frontales en las intersecciones, el RCUT obliga a todos los vehículos que llegan desde una vía secundaria a girar primero a la derecha . Tras recorrer entre 150 y 400 metros, se habilita un carril para realizar un «giro en U». De esta manera, los coches se incorporan a la vía principal en la dirección deseada sin necesidad de atravesarla perpendicularmente. En una RCUT existen tres tipos de maniobras principales:
- Giros a la derecha : se realizan mediante un carril de deceleración, muy parecido a una salida de autopista, que permite abandonar la vía principal con seguridad.
- Giros a la izquierda : se completan en dos fases. Primero, el vehículo entra en un carril específico con señal de Stop. Luego, cuando el tráfico lo permite, cruza el sentido contrario y finaliza la maniobra.
- Cambios de sentido : cuentan con carriles especiales, diseñados incluso para vehículos grandes como camiones, que facilitan giros amplios y seguros.
La Federal Highway Administration (FHWA) , organismo que supervisa las carreteras en Estados Unidos, asegura que en las intersecciones RCUT los accidentes se reducen hasta en un 54%, ya que los conductores que circulan por la carretera principal disfrutan de un trayecto más fluido.
Desde el punto de vista urbanístico, el RCUT requiere menos espacio que las rotondas y su construcción es mucho más simple; basta con habilitar carriles adicionales para los «giros en U» y señalizar adecuadamente la circulación .
Origen del modelo
El concepto del RCUT no es nuevo. En Australia y Sudáfrica , por ejemplo, existen intersecciones similares llamadas «seagull intersections», mientras que en Francia se experimentó con diseños de «giros indirectos» en algunas carreteras regionales.
En Estados Unidos, el uso del RCUT comenzó a expandirse en estados como Carolina del Norte, Minnesota y Texas , donde los ingenieros viales buscaban reducir accidentes sin necesidad de realizar grandes obras de infraestructura.
¿Llegará a España?
La gran incógnita ahora es si el RCUT llegará a Europa. Francia, Reino Unido, España e Italia han apostado durante décadas por las rotondas como herramienta clave para gestionar los cruces y reducir accidentes . Sin embargo, este modelo podría tener cabida en carreteras convencionales que desembocan en autovías o autopistas. En España, por ejemplo, la DGT podría valorar esta alternativa como parte de su estrategia para reducir siniestralidad.
Sin embargo, algunos urbanistas señalan que los conductores pueden percibir como una molestia el hecho de recorrer metros adicionales, sobre todo en trayectos cortos. Otros advierten que, si no se señaliza correctamente, los «giros en U» podrían convertirse en puntos de congestión . También existe la duda de cómo se integraría este sistema en ciudades europeas donde las calles suelen ser más estrechas que en Estados Unidos.
Futuro de la movilidad segura
«Una organización más eficiente del sistema de movilidad, basada en la digitalización, el intercambio de datos y estándares interoperables, es fundamental para lograr una movilidad más limpia y sostenible. Esto permitirá gestionar el tráfico de manera inteligente y fomentar una movilidad cada vez más automatizada en todos los modos de transporte, reduciendo la congestión y aumentando las tasas de ocupación. Asimismo, la mejora de la infraestructura regional y la planificación espacial será clave para maximizar los beneficios del uso del transporte público. En este contexto, las áreas urbanas y las ciudades inteligentes se perfilan como los principales centros de innovación en movilidad, debido al predominio de los viajes de corta distancia y a la necesidad de mejorar la calidad del aire. Las ciudades funcionan como laboratorios de soluciones transformadoras, donde la renovación urbana y una planificación más eficiente, incluyendo la creación de espacios verdes, pueden impulsar la rehabilitación de viviendas, atraer a las personas a vivir cerca del trabajo, mejorar la calidad de vida, reducir el tiempo de desplazamiento y disminuir el estrés asociado al tránsito cotidiano», detalla la DGT.