El Gobierno de Javier Milei ha recibido un respaldo significativo de la Casa Blanca en un momento crítico de su administración. En los últimos días, el Banco Central argentino vendió más de 1.000 millones de dólares, lo que generó preocupaciones sobre la estabilidad económica del país. La apertura del mercado el lunes anticipaba un panorama complicado, a menos que se produjeran cambios en las expectativas económicas.

Durante el fin de semana, se discutieron medidas económicas que parecían poco viables dentro del marco libertario. Sin embargo, la diplomacia y el trabajo técnico del Gobierno argentino, junto con contactos informales con el Partido Republicano y Donald Trump, facilitaron una operación compleja que resultó en un apoyo inesperado.

El domingo por la noche, se llevó a cabo una reunión en el Palacio de Hacienda, donde el equipo del ministro Luis Caputo jugó un papel crucial en las negociaciones con Scott Bessent, asesor del Tesoro estadounidense. A pesar de la incertidumbre, cerca de la medianoche, Estados Unidos solicitó un informe sobre el futuro del Congreso argentino, lo que subrayó la importancia de la política en la situación actual.

El secretario del Tesoro de EE.UU. insinuó la posibilidad de un respaldo financiero de hasta 20.000 millones de dólares, aunque no se ha concretado una cifra definitiva. Este apoyo podría ser utilizado para cancelar el swap con China, pero se enfatizó la necesidad de un "mayor control político en el Congreso". El ministro de Economía, tras una reunión con Trump, indicó que La Libertad Avanza deberá formar coaliciones políticas para lograr gobernabilidad y avanzar en las reformas necesarias.

El Gobierno argentino ha reconocido que, a pesar de un desempeño mejor al esperado, no cuenta con suficientes legisladores para implementar rápidamente las reformas propuestas. Se estima que se necesitará un amplio apoyo político, y algunos funcionarios sugieren que se podría lograr con el respaldo de 12 a 16 gobernadores. Sin embargo, la falta de incentivos para colaborar con el oficialismo complica esta situación.

Además, se ha señalado la necesidad de alinear las internas dentro del Gobierno. La falta de claridad en las negociaciones con la oposición ha generado tensiones entre diferentes sectores del oficialismo. Algunos miembros del Gobierno han expresado que la actual estructura de decisiones es insostenible y que se requieren cambios para mejorar la coordinación.

El nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán, ha comenzado a dialogar con los gobernadores, mientras que el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, mantiene conversaciones con legisladores nacionales. Sin embargo, la falta de una línea clara desde la presidencia ha llevado a una creciente desconfianza y a la paralización de la gestión.

A medida que se acercan las elecciones, se espera que Milei de un discurso conciliador para atraer a la oposición. La situación actual ha llevado a muchos a cuestionar si se producirán cambios en la estrategia del Gobierno, ya que la presión por tomar decisiones se intensifica.