El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó este sábado que no necesita visa para viajar a Estados Unidos, tras la revocación de su visa por parte del Departamento de Estado estadounidense. En un mensaje publicado en X, Petro se identificó como ciudadano europeo y expresó: “No necesito su visa, pero iré solo cuando sea invitado por su pueblo”. El mandatario ha declarado tener ciudadanía italiana y, en el pasado, ha manifestado que podría renunciar a ella si Europa continúa apoyando la situación en Gaza.
Petro también aclaró que, en lugar de visa, requiere una autorización del Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA), aplicable a ciudadanos de países en el programa de exención de visas, como Italia. Su declaración se produjo después de que, el viernes, instara a soldados estadounidenses a desobedecer órdenes del presidente Trump durante una manifestación propalestina en Nueva York. En ese evento, Petro pidió una fuerza armada para “liberar a Palestina” y exhortó a los soldados a no apuntar sus armas contra la humanidad.
El Departamento de Estado de EE.UU. justificó la revocación de la visa de Petro, citando sus “acciones imprudentes e incendiarias”. En respuesta, el presidente colombiano defendió su derecho a pedir que no se dispare contra la humanidad, afirmando que “no es un crimen” hacer tal solicitud. Además, instó a Trump a no atemorizar al pueblo estadounidense con el uso de armas.
A pesar de la revocación de su visa, Petro declaró que Trump es bienvenido en América y en Colombia, aunque advirtió que “no entrará ningún criminal de guerra ni mucho menos un criminal contra la humanidad”. Durante su visita a Nueva York, Petro también criticó la política antidrogas de EE.UU., acusando a Washington de utilizar la lucha contra el narcotráfico como un pretexto para ejercer control en América Latina. Su discurso provocó la salida de la delegación estadounidense de la Asamblea General de la ONU.
La relación entre Petro y la Casa Blanca ha sido tensa, especialmente tras el inicio del segundo mandato de Trump, cuando el presidente colombiano bloqueó el aterrizaje de vuelos militares estadounidenses con migrantes deportados, acusando a EE.UU. de tratar a los colombianos como criminales. Posteriormente, Colombia aceptó recibir a los deportados y facilitó su regreso.