La noche del 27 de septiembre se convirtió en un caos tras la reprogramación de Kendrick Lamar en el Vive Claro. Asistentes ingresaron a la fuerza y dañaron rejas.
Los asistentes al concierto de Kendrick Lamar comenzaron a mostrar sus inconformidades desde las siete de la noche del sábado, cuando las puertas del Vive Claro todavía no estaban abiertas.
Algunas personas denunciaron que llevaban desde la madrugada allí y que no habían podido acceder al concierto, que horas después fue reprogramado.
Tras hacerse oficial la información por un comunicado emitido por Páramo en el que se especificaba que el show se había cancelado por "dificultades logísticas del promotor y del recinto", las personas comenzaron a gritar insultos contra la logística del recinto, incluso, algunos lograron ingresa